LISSETH JOHANA BARRERA CELY
ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
COD:
201513704. GRUPO 1. UPTC
RESUMEN
Tiene la intención este trabajo, abordar el tema de
Derechos Humanos en relación con la mujeres, desarrollándolo desde una
perspectiva de género y enfoque de derechos, que permita fundamentar que existe
necesidad de construir políticas publicas encaminadas a crear modelos con
criterios de equidad social e igualdad de oportunidades acordes con el nuevo
contexto de modernización y desarrollo global. El marcado historial de
violencia que deja el régimen de dictadura es antecedente que permite
comprender que Chile tuvo una política oficial y sistemática de violación
inminente de Derechos Humanos.
PALABRAS CLAVE
Enfoque, Género, Desarrollo, Dictadura, Violencia,
Igualdad, Derechos, Dignidad, Mujer, Institucionalización.
ABSTRACT
It is the intention of this
work, address the issue of human rights in relation to women, developing it
from a perspective of gender and rights approach, allowing to substantiate that
there is need to build policies public aimed at creating models with criteria
of social equity and equal opportunities in line with the new context of
modernization and global development. Marking history of violence that leaves
dictatorship is history allowing understand that Chile had a formal and
systematic policy of imminent violation of human rights.
KEY WORDS
Focus, gender, development, dictatorship, violence, equality, rights,
dignity, female, institutionalization.
PRESENTACIÓN
La temática a tratar en este trabajo, está basada en
los procesos y razonamientos que se enmarcan en la necesidad actual de
incorporar el enfoque de género, con el objetivo de atender a las dificultades
y desigualdades que existen con relación al mismo, dentro del contexto de la
modernización y el desarrollo, Chile lucha por incluir políticas públicas que
tengan como propósito la inclusión y modelo de igualdad de derechos y
oportunidades de hombres y mujeres, para avanzar en dirección al
fortalecimiento de la participación en la sociedad, y contribuir a la
redistribución equitativa de las cargas en las relaciones de
género.
SITUACIÓN ACTUAL DE LA MUJER, REFERENTES ESPECIFICOS.
Actualmente, dentro de las políticas de gobierno del
estado chileno y conforme a su constitución, se lucha por contribuir a crear
condiciones sociales que permitan a todos sus habitantes el pleno goce, respeto
y garantías de sus derechos consagrados, promover la participación ciudadana en
igualdad de oportunidades para fomentar el bien común atendiendo a las
necesidades públicas en forma continua y permanente.
De acuerdo con estos lineamientos, no es tan claro el
panorama, el informe elaborado por la Alta Comisaría de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos[1],
muestra que para el caso de las mujeres chilenas, puede evidenciarse que son
blanco de la discriminación económica, pues teniendo sociedad conyugal vigente,
por ejemplo, no tienen derecho a administrar sus propios bienes, y la
representación política en algunos sectores de la sociedad es menor frente a
los hombres, aunque ha habido avances en el tema, la representación femenina es
muy baja, es alarmante que las mujeres tengan niveles altos de desempleo
y que perciban salarios menores que los hombres, pues la participación laboral
de las mujeres del país se encuentra dentro de las más bajas en América Latina.
Así las cosas, es evidente que existe desigualdad, exclusión
e inequidad de género, los principales problemas se relacionan con la falta de
oportunidades y la carente participación política y económica de las mujeres,
por esta razón, es necesario proponer y adoptar medidas encaminadas a
intervenir y rediseñar los marcos y políticas sociales, recursos que sean de
carácter universal que tengan una verdadera perspectiva de género basado en
criterios de igualdad, equidad y mejores oportunidades, teniendo mayor y mejor
acceso a la fuerza laboral, la política, la educación, la salud, entre otros.
El gobierno de Chile, junto con sus programas,
propugnaba la igualdad de género, dentro de sus objetivos se encuentran
transversalizar la perspectiva de género en el proceso de desarrollo, promover
la búsqueda de oportunidades para mejorar la redistribución y la equidad de
género en las políticas, programas y proyectos de desarrollo. Todo esto, con el
fin de atender las necesidades de los requerimientos de carácter igualitario,
para extenderlo a todos los sectores del Estado, vinculando a los organismos
internacionales, a la academia y ONGS, entre otros.
La palabra
"Transversalizar”[2] dentro
de la perspectiva de género atiende criterios específicos, como el valor que
debe dársele a las implicaciones que tiene para los hombres y para las mujeres
cualquier acción que se construya en pro de su reconocimiento social,
bien sea de carácter legislativo o político, en todas las áreas y en todos los
niveles. Por tal razón, este modelo obedece a componer el conjunto de
estrategias para conseguir que las preocupaciones y experiencias de las
mujeres, al igual que las de los hombres, sean parte integrante en la
elaboración, control y evaluación de las políticas y de los programas en todas
las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que ambos componentes
logren el beneficio de igualdad.
Mediante estas políticas, y la idea de involucrar las
cuestiones de género a la totalidad de los programas sociales en el marco de la
globalización, y atendiendo a los criterios de necesidad existentes, se
fomentaría el ingreso de la mujer a la fuerza laboral, la participación
política y su representación como sujeto social, estipulando la revisión de la
normativa existente, a fin de corregir y eliminar la discriminación. Hay avance
indudablemente, pero falta mucho más, más que una iniciativa, se debe
contribuir al rediseño de políticas generales y sectoriales[3]
en materia de protección social con perspectiva de género, que vaya más allá de
aquellas que se orienta a atenuar carencias. “Promover la igualdad entre los
géneros y la autonomía de la mujer[4]”,
expresando también que “se entiende que avanzar hacia la igualdad en la
condición de los sexos, requiere considerar a los hombres y mujeres como
personas en igualdad de derechos y oportunidades, indivisibles e integrales”.
El Gobierno de Chile, reconociendo los avances
obtenidos en pro de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, está
consciente que aún existen obstáculos para lograr la plena inserción de las
mujeres al desarrollo del país.
ANALISIS DEL ENFOQUE DE GÉNERO.
Años atrás, aproximadamente en los 50, surgieron
diferentes enfoques, los relacionados con la mujer, como el enfoque de
Bienestar, de empoderamiento, de antipobreza, entre otros, se caracterizaron
por el énfasis en el desarrollo, posteriormente la evolución de la perspectiva
de género, buscaba la incorporación de las mujeres al desarrollo con enfoque de
género a las políticas públicas, lo que permitiría aumentar la eficacia de las
acciones en relación con los organismos internacionales cooperantes para el
momento, todo con el fin de obtener un mejor entendimiento de los cambios
sociales, económicos y culturales, pues aumentar su eficiencia, promovería la
transparencia, redistribución equitativa de los recursos, y permitiría el
acceso a las oportunidades de participación ciudadana y fortalecimiento
democrático de las mujeres.
Para caracterizar el concepto “Género” se deben
distinguir ciertos criterios, pues sexo es distinto de género, su definición
obedece a aquel conjunto de características biológicas que diferencian a los
hombres de las mujeres, en este orden, la palabra género admite aquellas
relaciones y características sociales y culturales que identifican el comportamiento
de hombres y mujeres y la forma en que ellos interactúan. El “Género” tiene un
carácter relacional, pues al incluir hombres y mujeres, debe vincularlos, así
mismo, los conceptos, etnia, edad o religión, el género es una herramienta de
análisis para comprender los procesos sociales y propiciar políticas que
reconozcan e interpreten la diversidad, incorporando la perspectiva de género
en cada uno de los distintos sectores del Estado para lograr avance en su
proceso de institucionalización de la dimensión de género.
En este orden de ideas, el enfoque de género se refiere a los conceptos sociales de las funciones,
comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados
para los hombres y las mujeres. Las diferentes funciones y comportamientos
pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres
y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos.
Con relación a estos discernimientos,
el análisis de género, permite comprender las demandas diferenciadas de hombres y mujeres con el propósito
de dar respuestas más informadas, más eficientes, más focalizadas, más
adecuadas, más participativas y más equitativas. Surge allí la necesidad de
incorporar el enfoque de género con perspectiva de derechos[5],
pues se necesita la justicia entre hombres y mujeres, para mejorar las
oportunidades, de modo que tengan las mismas posibilidades de acceder y
disfrutar de los beneficios de las políticas públicas, el estado debe ser
garante, analizando las causas que generan desigualdades y evaluando la
factibilidad de modificarlas.
MUJER EN LUCHA PARA CONSTRUIR SUS DERECHOS.
Vale la pena destacar en este aparte, la gran
trascendencia en la historia de las luchas femeninas en Chile, con el
Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena, “MEMCH”[6],
se propendía por la protección de la madre y defensa de la niñez; por que la
mujer pudiera ocupar cualquier cargo rentado e igualar los salarios con el
hombre. A pesar de que la sociedad todavía mantenía la idea de que el trabajo
remunerado en la mujer era accidental y casi que clandestino, era generalmente
aceptado por razones de que pudiera ayudarse en gastos, por esta razón el
movimiento busco la defensa del régimen democrático que abogara en principio
por la «emancipación biológica», es decir, contra la maternidad obligada,
proponiendo la divulgación estatal de métodos anticonceptivos.
Los temas relacionados con el aborto
clandestino, la madre soltera, el divorcio legal, la prostitución entre otros
muchos aspectos, trataron de cambiar la visión impositiva y obligante de las
que eran blanco las mujeres, sus luchas por conquistar derechos, buscaron
siempre mejorar las condiciones de dignidad, igualdad y justicia; la toma de
conciencia de un grupo de mujeres, permitió democratizar la sociedad un poco,
pues en aquellas épocas se dictaron algunos decretos que otorgaron a la mujer
el derecho a ingresar a la Universidad, la mujer podía tomar lecciones de
música, leer a los poetas greco latinos y alguna novela francesa de carácter
romántico y educativo. Para su formación normal debía aprender «labores de mano
y los buenos modales de una dama», como preparación para el matrimonio, en la
parte de la formación religiosa, debía conocer el Catecismo y las vidas
ejemplares de los santos; la mujer de escasos recursos no tenía otro
acceso a la cultura que la vía oral, ni más conocimientos que la sabiduría
popular.
Esta historia permite entrever que
las luchas sociales, en este ámbito en particular obedece a los criterios de
necesidad, referidos al compromiso social de emerger de un gobierno dictador,
carente de protección y vulnerante de derechos, la asociación de mujeres a
través de la historia, logró la focalización de las necesidades de
género, y configuraron la construcción de una perspectiva del mismo para buscar
políticas y medidas de protección para garantizar sus derechos. Es complejo
llegar al enfoque de género con perspectiva relacional, pues partiendo de la
base de su jerarquía es evidente que aun pese al avance, la lucha y la
construcción de derechos, no han sido suficientes, todavía hay desigualdad de
poderes, lo que traduce más desigualdad de oportunidades y de resultados.
Es evidente que hay desafíos, Chile
es un país comprometido con los programas de acción mundial que propende por la
institucionalidad del género, lucha por implementar políticas públicas que
superen la inequidad, se han logrado avances en las últimas décadas, pero como
lo he venido mencionado, aun falta mucho, como lo demuestra el Informe de Desarrollo Humano de 2010[7], las mujeres siguen
siendo las principales, responsables de las tareas domésticas, hay un rezago en
el acceso a los puestos de decisión, hay situaciones que siguen siendo
apremiantes, como la violencia contra las mujeres, y derechos que no están
asegurados, como los derechos sexuales y reproductivos.
DERECHOS VULNERADOS, ESFERAS FAMILIAR, POLÍTICA Y
LABORAL.
Persisten en Chile las diversas
formas de discriminación que afectan principalmente a las mujeres en los
entornos familiares, positivos y relacionados con la fuerza laboral; estas
barreras limitan el pleno goce de los derechos sustantivos en igualdad de
condiciones, según el estudio de algunos informes realizados por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se verifico que perduran actos de
discriminación en las diversas esferas, y son toleradas por la sociedad y se
acentúan en formas de inequidad estructural a nivel familiar, político y
aboral; por tal razón, surge la necesidad de vincular a los poderes del Estado
para que contribuyan en la implementación de proyectos que rediseñen las
políticas públicas, para que siendo una forma preventiva, su reglamentación
permita la capacitación y sensibilización de los diferentes actores sociales,
en pro de lograr la equidad de género.
Preocupa a la Comisión, que como
consecuencia de los estigmas de la mujer y su rol en la sociedad, se siga
teniendo la concepción que las mujeres lleven la responsabilidad principalmente
en actividades como la crianza y las labores domésticas, lo cual no permite
progresar en el ámbito político y laboral, no habría distribución equitativa y
justa de responsabilidades dentro del área relacional. Aunque el marco
normativo reconoce la igualdad de obligaciones y derechos entre hombres y
mujeres, existen disposiciones legales que son discriminatorias contra las
mujeres. La práctica estatal reconoce que la responsabilidad de la mujer en la
parte de labores domésticas, incluye diversas formas de violencia, tal como la
física, sexual y psicológica, pues estudios confirman que cada semana muere una
mujer en manos
de su pareja en Chile.
Estas
estadísticas delimitan la magnitud y gravedad de la violencia soportada por las
mujeres chilenas y el fuerte impacto de la segregación, les impide participar
en la fuerza de trabajo, ya que éstas pueden tener tendencia a rechazar o
abandonar un trabajo como consecuencia de la violencia ejercida por su esposo o pareja[8].
El aparato judicial también discrimina a la mujer, las visitas a los despachos
confirmaron que existe sobrecarga de trabajo, hay retraso en la tramitación de
solicitudes que se traducen en impunidad y desprotección estatal.
Así mismo, la esfera
política, refleja ciertos retrasos en la adopción de medidas a mediano y largo
plazo que garanticen una participación efectiva y sostenible de las mujeres en
todos los sectores de la administración pública. Los bajos niveles de
representación de las mujeres contrastan con los altos niveles de desarrollo socioeconómico
y humano que han caracterizado al país en las últimas décadas. Referente a la
salud, hay esfuerzos por reformar el sistema de seguridad social, lo que
contribuye a reunir esfuerzos para lograr la igualdad
de las mujeres, que logre trasformar el panorama de desigualdad, cuyas
políticas y mecanismos de protección garanticen y otorguen derechos favorables,
igualitarios y justos.
CONSTRUCCÓN DE POLITICAS
PUBLICAS, CAMINO DE RECONOCIMIENTO E IGUALDAD.
Partiendo de la premisa de que
la políticas públicas son herramientas que permiten construcción y
reconocimiento de derechos perdidos y vulnerados, tomadas desde una perspectiva
de género reflejan la intención de reivindicar el impacto que deja el
quebrantamiento y vulneración de su naturaleza, en un contexto de memoria
desbastada por el terror, la implementación de una política social justa, sería
el camino más eficaz para derrotar las concepciones y prácticas tradicionales
de la familia, los patriarcas y paternalistas, lo anterior con el ánimo de elevar
y mejorar las condiciones de vida en un marco de dignidad y
equidad.
Frente a las imperiosas
desigualdades de hombre y mujeres, referentes al acceso al poder, a los
recursos básicos, a la representación política y reconocimiento social, los
diferentes organismos de intervención internacional, recomiendan rediseñar las
estrategias de desarrollo que se enfoquen a reducir las distintas formas de
discriminación de la mujer, la identificación temprana de los diferentes signos
de inequidad, apoyan el refuerzo de las decisiones políticas que se vienen
implementando por el estado, lograr un país sin exclusión, comporta que las
mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos, promover el mérito, desechar la
segregación y priorizara los derechos mínimos que permitan erradicar la
violencia en un contexto generalizado.
Pienso que las mujeres son
plenamente capaces de realizar sus expectativas y proyectos, lo que se necesita
son mayores oportunidades de inclusión social, más incorporación a los
proyectos políticos, y más reconocimiento que permita la paridad en el goce y
disfrute de derechos. Fundamentar las políticas públicas, con enfoque de
derechos, requiere reconocer el valor supremo de todos los seres humanos, la
Dignidad, condición esencial que bajo el contexto de atropello y vulneración,
no permite la realización ni el florecimiento de las condiciones de equidad,
igualdad y justicia.
Finalmente, en el marco de
avances de reconocimiento político y social de las mujeres, existe necesidad de
un mayor compromiso por parte del Estado, los actores de la sociedad civil y
los Organismos Internacionales para la consolidación de políticas que promuevan
la participación efectiva de las mujeres, vinculándolas en todos los sectores, legislación, familia, educación,
cultura, trabajo, salud, participación y fortalecimiento institucional, lo que
conlleve a lograr el equilibrio sustantivo, y no las exponga a más riesgos,
daños y desventajas.
BIBLIOGRAFIA.
§ Alta
Comisaría de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
§ Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género (Humanas),
Informe Sombra CEDAW, Chile 1999-2006
§ CEPAL “La Protección social de cara al futuro, Acceso financiamiento
y solidaridad” Montevideo, Uruguay marzo de 2006, “Empoderamiento de las
Mujeres,
§ Naciones Unidas y Gobierno de Chile, “Los Objetivos de Desarrollo
del Milenio.
§ Participación Ciudadana y Capital Social”.
§ Primer Informe del Gobierno de Chile” Santiago de Chile,
2005.
§ PMG 2002 de Equidad de Género.
§ Primer Informe del Gobierno de Chile” Santiago de Chile,
2005.
§ Sistema de las Naciones Unidas en Chile. Derechos de las Mujeres y
Equidad de Género. Enero 18/2012.
§ Revista latinoamericana de ensayo y opinión fundada en Santiago de
chile.1997
[1] Alta
Comisaría de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
[2] Tomado de
la Agencia Especializada de Naciones Unidas, OIT Instrumentos para la igualdad
de género.
[3] CEPAL “La
Protección social de cara al futuro, Acceso financiamiento y solidaridad”
Montevideo, Uruguay marzo de 2006, “Empoderamiento de las Mujeres,
Participación Ciudadana y Capital Social”, pp. 173 a 176.
[4] Naciones
Unidas y Gobierno de Chile, “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Primer
Informe del Gobierno de Chile” Santiago de Chile, 2005. PP.62
[5] PMG 2002 de
Equidad de Género.
[6] Revista
latinoamericana de ensayo y opinión fundada en Santiago de chile.1997
[7] Sistema de las
Naciones Unidas en Chile. Derechos de las Mujeres y Equidad de Género. Enero
18/2012.
[8]
Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género (Humanas),
Informe Sombra CEDAW, Chile 1999-2006, pág. 77, nota al pie 198.
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