Me decía: quiero que seas mía y que siempre lo seas. Me conquistaba…
Me decía: si no estás conmigo no estás con nadie. Me enamoraba…
Me decía: si te vas de mi lado te
inmortalizaré. Me asustaba.
Me decía: si te hago
daño es porque me das razones. Me paralizaba.
Aquel día al parecer le di razones
suficientes…Y me inmortalizó.
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