LUIS ALBERTO AGUILAR LOZANO
ESPECIALIZACIÓN EN
PEDAGOGÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA
ESCUELA DE POSGRADOS
RESUMEN
El ensayo presenta una óptica de los derechos
humanos frente a la mujer, dentro de un régimen señalado como opresor y
autoritario, mostrando los avances logrados, desde el triunfo de la Revolución,
tendientes a consolidar la realidad del género femenino en la Isla y que pueda
ser comparado con los de sistemas políticos diferentes.
PALABRAS CLAVE
Igualdad de género, Derechos Humanos, participación de
la mujer, educación, salud, trabajo.
ABSTRACT
The paper presents a
perspective of human rights against women within a scheme referred to as
oppressive, authoritarian, showing the progress made since the triumph of the
Revolution, aimed at consolidating the reality of female gender on the island
and could be compared with those of different political
KEY WORDS:
Gender equality, human rights,
participation of women, education, health, work.
SITUACION DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A LA MUJER
CUBANA
El gobierno Cubano desde los primeros años de la
Revolución otorgó gran importancia a la mujer, y adoptó mecanismos legales
destinados a garantizar la defensa de sus derechos y libertades fundamentales,
implementó políticas tendientes a erradicar la desigualdad o discriminación por
razones de sexo, fundamentándose en el consenso alcanzado en la Declaración y
Programa de Acción de Viena, parte del carácter universal, indivisible,
interdependiente e interrelacionado de todos los derechos humanos.
Cuba fue el primer país del mundo en firmar y segundo
en ratificar la “Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Contra la Mujer”, y ha contado con una amplia base legal de protección a
los derechos de las mujeres y las niñas.
El avance
logrado por la mujer cubana ha estado patrocinado por las políticas del
Gobierno y por el apoyo permanente e incondicional de la Federación de Mujeres
Cubanas (FMC), que ha representado los intereses de las mujeres, desde su
creación, en al año 1960, contribuyendo a su educación ciudadana,
trabajando unidamente con todos los organismos sociales, políticos y
estatales, buscando hacer realidad la plena igualdad entre mujeres y hombres,
como parte del Programa de Desarrollo Social del Estado.
Pese a la situación de la mujer y las repercusiones
del bloqueo económico impuesto por EEUU, que ha generado deterioro en la
calidad de vida, Cuba cuando rindió informe ante el Comité de Expertos de
la CEDAW, en 1996, fue reconocida, por la labor desarrollada, en pro de los
derechos humanos de la mujer.
La Cepal ha destacado la política de Cuba a favor de
las mujeres, reconociendo los avances incuestionables de la Isla, en la
promoción de la igualdad de género, y en el apoyo del Estado a este sector de
la sociedad, que lo ubica en una posición de avanzada en la región, frente al
tema; destacando el progreso educativo como pilar esencial para la
incorporación de la mujer a la sociedad y como protagonista en los
adelantos en cuanto al empoderamiento y el ejercicio de sus derechos,
especialmente la importante y creciente participación de las mujeres en la vida
económica, política y social y en el diseño e implementación de las políticas
públicas, la autonomía física, económica y la toma de decisiones.
Las mujeres cubanas disponen de normatividad que las reconoce derechos
especiales, tanto en asuntos civiles, Agrarios y de familia, en materia de
empleo y de seguridad social. Amparando el derecho al trabajo, salario acorde y
proporcional al trabajo, a la seguridad social, a la licencia de maternidad pre
y post natal, a la protección ante accidentes y enfermedades laborales y
comunes. Así encontramos, el Código de Familia, dictado desde 1975, que ha apoyado
el fortalecimiento de la familia como célula fundamental de la sociedad, y
junto a ello, la creciente participación de las mujeres en las diferentes
esferas de la vida y a la igualdad de derechos entre los hijos e hijas.
En lo laboral, la Ley No. 49 de 28 de diciembre de 1984, estableció el
primer Código de Trabajo, con normas especiales para las labores de la mujer;
como el Capítulo VIII, que regula los puestos y sus condiciones y establece
protecciones especiales para caos como el de la de la maternidad;
reconociendo la importancia de la participación de la mujer en el trabajo, su
elevada función social de ser madre y el amparo específico para adolescentes y
mujeres grávidas.
Los derechos a la Protección, Seguridad e Higiene del Trabajo fueron
fijados por la Ley No.13 de 27 de febrero de 1977, y sus reglamentaciones,
establecen el deber de las administraciones de crear condiciones adecuadas de
trabajo que beneficien la participación de la mujer en el proceso laboral.
Sin embargo al amparo del excesivo proteccionismo, se excluye a la mujer de
opciones laborales, impidiendo el ejercicio pleno de sus derechos,
generando prácticas discriminatorias, que se han venido erradicando,
encontrando en la actualidad como única limitante laboral, la protección de la
maternidad, aboliendo la tendencia sexista y logrando que las leyes
protejan tanto a la mujer trabajadora como a la viuda, en el caso de muerte de
su cónyuge.
Ley No.1263 de 16 de enero de
1974, ley de la maternidad de la mujer trabajadora, donde se establecen las
distintas fases de la maternidad y la protección que en el orden médico laboral
debe tener la mujer y el hijo(a), así como la responsabilidad de la entidad
laboral para que esto se cumpla. En el año 1991 por Resolución No.10 del Ministro Presidente del Comité del Trabajo y
Seguridad Social, hoy Ministerio de Trabajo, se estableció que la madre
trabajadora que por razón del cuidado de su hijo(a) no le fuera posible
incorporarse al trabajo, una vez vencido el período de Licencia de Maternidad,
pudiera acogerse opcionalmente a recibir una prestación social ascendente al
60% de su salario. Si el niño(a) arribare a los 6 meses.
Existen indicadores
ilustrativos del desarrollo de la mujer: así, frente al derecho a la SALUD,
sobresale la gratuidad y universalidad de los servicios médicos, acompañados
del incremento en cobertura y calidad. Se desarrollan programas dirigidos
a la mujer con el objetivo de amparar de manera integral su salud, destacándose
el Programa Materno – Infantil; el Programa de detección precoz del cáncer
cérvico – uterino; el programa de detección precoz del cáncer de mamas,
el Programa hacia una Maternidad y Paternidad conscientes; el programa de
atención al Adulto Mayor (que incluye a la mujer adulta); El Programa de
Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), Virus de
Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
(SIDA).
Cuba presenta logros importantes frente a la salud
sexual y reproductiva, aspecto esencial a la hora de valorar ese derecho,
que conlleva a la mujer a tener un conocimiento pleno acerca de su
cuerpo, la posibilidad de regular su reproducción y la garantía de acceder a
los recursos para ello, constituyendo protección de sus derechos.
Reducción de la mortalidad materna como resultado de
los cambios de la calidad de vida de la sociedad cubana, el nivel de
instrucción alcanzado por la mujer, el acceso a la salud en general y el
alcance de los derechos sexuales y reproductivos.
La maternidad se convirtió en Cuba en un asunto de
interés social, en función de ello se garantizan todas las condiciones
para que esta se desarrolle de la mejor manera posible, incluidos los aspectos
de protección legal como la licencia de maternidad de la mujer trabajadora.
El 99.9% de los partos se realizan en
instituciones de salud, lo cual disminuye el riesgo de muerte de la madre y del
niño. (Informe MINSAP, 2000)
En Cuba son muy bajas las tasas de infección con
VIH/SIDA y particularmente las de transmisión vertical, lo cual es resultado
fundamentalmente de los chequeo serológico sistemático a todas las gestantes,
la educación sanitaria a las mujeres, la posibilidad de interrupción de
embarazo en las infectadas por VIH si así lo desean y uso quimioprofiláctico
del AZT en las gestantes infectadas por VIH. (Informe MINSAP, 2000).
Es común entre las mujeres cubanas el recurso al aborto como mecanismo de
control de la natalidad, lo cual fue despenalizado desde 1965, la
absoluta gratuidad y la seguridad con la cual se lo puede realizar
hasta las 10 semanas de embarazo y sin necesidad de dar razón alguna, muchos
estudiosos han señalado al aborto como un problema de salud, tanto por su
magnitud, como por otras afectaciones, según BBC Mundo.
El grado de participación femenina en el área de
la salud es elevado, no solo dentro del sistema institucional sino visto desde
la propia percepción social de la mujer como gestora de la salud para la
familia. La mayor cantidad de trabajadores del Sistema Nacional de Salud son
mujeres (72.9%) y la mayoría también del personal de enfermería (90,4%) y de
los técnicos medios (81%). De 36733 médicos especializados, 19098 son
mujeres (51,9%) [3].
De 1959 a 1998 se habían graduado en las aulas
universitarias 635000 estudiantes, de ellos 300 000 eran mujeres para un 48%,
estos datos explican no sólo el acceso de la mujer a la
educación, sino el tránsito por los diferentes niveles de enseñanza hasta
alcanzar el nivel superior y muestran el avance a favor de las
mismas.
La presencia mayoritaria de mujeres graduadas en la
casi totalidad de las ramas de las ciencias demuestra los avances alcanzados
(en 7 de las 9 ramas es superior al 50%). En algunas de ellas, como las
Ciencias Sociales y Humanísticas, las Ciencias Médicas y las Ciencias
Pedagógicas donde superan el 70%, existe un verdadero desequilibrio con
respecto a los hombres.
Para alcanzar estas cifras de graduadas
universitarias se parte de lograr la garantía en el resto de los niveles de
enseñanza, tanto de la red de escuelas primarias que para el curso 1999 - 2000
estaba conformada por 9360 escuelas, como de la existencia de profesores/as
para cubrir esas aulas. Para el curso de referencia el total de profesores/as
frente al aula es de 168 915, de ellos 107205 son mujeres (Estadísticas
de Educación, Boletín de inicio del curso escolar 1999 – 2000).
Cuba cuenta con políticas públicas que propenden
estratégicamente por desaparecer las barreras culturales, ideológicas,
psicológicas, económicas y sociales que mantuvieron siempre a las mujeres en
condiciones de subordinación, marginación y secular atraso. La política social
y la estrategia de desarrollo económico del gobierno revolucionario cubano, tienen
como objetivos fundamentales la eliminación de todas las formas de
discriminación y explotación por motivos de clase y género. La presencia
de las mujeres en el empleo a partir de los datos censales permite apreciar las
variaciones ocurridas: en 1953 las trabajadoras representaban el 17.1%, en 1970
el 18.3%, y ya en 1981 ésta ascendía al 31.5%. En el año 1999 es el 43.3%
de los trabajadores del país, en el sector estatal civil.
Se preserva la permanencia y estabilidad de las
mujeres en el empleo, tomándose para el efecto, medidas tales como: aplicación
de subsidios en correspondencia en los diferentes casos, como a las madres
cabeza de hogar, único sostén económico de la familia, las discapacitadas, las
trabajadoras, en edad de jubilación y las mujeres en período de
gestación, extensión de la licencia de maternidad hasta los 6 meses con el 60%
de su salario y hasta un año sin perder su plaza, incorporación al trabajo
socialmente útil de los sectores más vulnerables de la población;
continuar asegurando la incorporación al trabajo de los egresados del nivel
superior y la atención a los técnicos medios; Fortaleciendo la labor de
las Comisiones de Empleo Femenino en todas las provincias y municipios que
preside el Ministerio de Trabajo e integran la Federación de Mujeres
Cubanas y la Central de Trabajadores de Cuba.
Se han ampliado las opciones
de empleo en el sector no estatal donde las mujeres también han irrumpido:
frente a las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) dedicadas
a la agricultura, se entrega tierras en usufructo a unidades
familiares y en el sector privado, y particularmente el trabajo por cuenta
propia (Autores Varios, 1996). Partiendo del principio básico de privilegiar la
producción de alimentos para la población, a tenor del Decreto-Ley Nº 259
primero y luego 300, se puso en marcha una nueva forma de distribución de la
tierra y producción, que es su entrega en usufructo a fin de potenciar la
productividad y propiciar empleo a mujeres y hombres dispuestos a trabajarla,
otorgándosele la posesión de la tierra, que les confiere además, pleno acceso a
los créditos y asistencia técnica, entre muchas otras oportunidades.
Cuba se acoge a la “Declaración Especial sobre la
promoción de la Equidad y el Empoderamiento de la Mujer en la Nueva Agenda de
Desarrollo Post 2015” adoptada en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en La Habana, en enero
de 2014 y considera necesario mantener la igualdad de género y el
empoderamiento de la mujer como un objetivo específico, lograr que se integre
de manera plena la transversalización de género en los objetivos y metas que
sean acordadas por los Estados miembros a partir de un enfoque universal y
conforme a las diversas las áreas de especial preocupación, objetivos
estratégicos y acciones descritas en la Declaración y Plataforma de Acción de
Beijing, sobre la base de que este proceso debe ser de naturaleza
intergubernamental, abierta e inclusiva y debe partir del reconocimiento de los
ODM. Las metas deben estar dirigidas a eliminar de una vez y por toda los altos
índices de analfabetismo que aun muestran las mujeres del mundo, elevar el
nivel educacional a las ya alfabetizadas, garantizar a mujeres y niñas el
derecho al desarrollo, a una vida digna, a un empleo decente, al conocimiento
científico-técnico, a la tierra, al agua potable, al crédito, a la asistencia
técnica adecuada a los requerimientos de las mujeres, a las nuevas tecnologías
, a los medios de comunicación y a políticas y legislaciones de avanzada que se
avengan a los compromisos asumidos por los gobiernos en la materia. Es
imprescindible cumplir con los compromisos contraídos respecto a la
transferencia de recursos y tecnologías y a la Ayuda Oficial para el
Desarrollo, objetivo establecido por las propias Naciones unidas y esencial
para vencer y eliminar la pobreza, el analfabetismo, las desigualdades que
imperan a nivel de regiones y en el mundo y poner en práctica planes y programas
concretos para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer y
formarse como líderes en el cuidado y preservación del medio ambiente, así como
la gestión de riesgo para la disminución de vulnerabilidades y la prevención de
desastres.
SITUACIONES ESTRUCTURALES QUE AFECTAN GRAVEMENTE
EL PLENO GOCE Y DISFRUTE DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA MUJER EN CUBA
EL PLENO GOCE Y DISFRUTE DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA MUJER EN CUBA
Las
restricciones a los derechos políticos, a la libertad de expresión y de
difusión del pensamiento han conformado durante décadas una situación
permanente y sistemática de vulneración de los derechos humanos de los
habitantes en Cuba. Esta situación se ha visto particularmente agravada
por la falta de independencia del poder judicial, la falta de garantías
del debido proceso, la privación de libertad de los disidentes políticos
arbitraria e ilegal; la restricción de libertad sindical o de
reunión; la falta de defensores y defensoras de derechos humanos; la situación
de los derechos humanos de las mujeres; el bloqueo comercial impuesto por
Estados Unidos.
CONCLUSIONES
La realidad de las mujeres en Cuba tiene una larga
tradición de lucha y participación en la vida social del país.
La voluntad política para que la mujer alcance
plenamente el lugar que le corresponde en la sociedad, se expresa una vez más
en el Plan de Acción Nacional de la República de Cuba de Seguimiento a la
IV Conferencia de la ONU sobre la Mujer, donde la problemática de la mujer
trabajadora y en especial de la cooperativista y campesina es
especialmente tratada y se asignan responsabilidades específicas a
los organismos para su solución.
La educación en Cuba se rige en los principios de la
coeducación, lo cual ha dado una importante contribución a los cambios en la
socialización de género de hombres y mujeres, el vínculo del estudio con el
trabajo y el de la participación de toda la población en las tareas educativas,
propicia la eliminación de estereotipos sexistas, incentiva el respeto mutuo
entre niños y niñas.
El principio de igualdad y no discriminación
sigue siendo objeto de atención prioritaria y en este sentido el
Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Conferencia de Beijing de la
República de Cuba, se propone: "Continuar la capacitación de todos
los profesionales que influyen o contribuyen a formar conciencia y a proyectar
imágenes sobre la igualdad de género, promoviendo cursos especiales,
postgrados y maestrías sobre el tema. (Plan de Acción Nacional de
Seguimiento a la Conferencia de Beijing de la República de Cuba, 1999).
Las mujeres cubanas han sido y son realmente objeto y
sujeto de todo el proceso de desarrollo económico, cultural, político y
social. Han impulsado y a la vez se han beneficiado de todas las
transformaciones llevadas a cabo en la salud, la educación, la legislación,
entre otras y han aprovechado las posibilidades brindadas para estudiar,
calificarse y acceder al mundo del trabajo, consiguiendo mejores
estándares de vida para ellas y un mayor reconocimiento social, han elevado su autoestima
y eliminado la brecha discriminatoria en su relación con los hombres,
tienen la posibilidad de decidir acerca de múltiples asuntos, considerándose
como uno de los fenómenos sociales más exitosos ocurridos en estas cuatro
décadas de Revolución.
Según informes Cuba es de los pocos países que
prácticamente tiene cumplidos los Objetivos de Desarrollo Humano del Milenio,
entre los que se encuentran lograr la enseñanza primaria universal, promover la
igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, así como reducir la
mortalidad de los niños menores de cinco años. Se considera posible alcanzar tres ODM más para 2015: erradicar la extrema
pobreza y el hambre; mejorar la salud materna y luchar contra el VIH/SIDA y
otras enfermedades.
La plena garantía de los derechos humanos no es posible sin el
reconocimiento efectivo e irrestricto del derecho de las personas a constituir
y participar en agrupaciones políticas.
BIBLIOGRAFIA.
Comisión cubana de derechos humanos (CCDHRN), citada
en el reporte Human Rights 2013.
Intervención de la jefa de la delegación cubana en 55,
periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer de las Naciones Unidas. 2011
CEPAL “La Protección social de cara
al futuro, Acceso financiamiento y solidaridad” 2006, “Empoderamiento de
las Mujeres
VII y VIII Informe Combinado de la República de Cuba
de la CEDAW, 1996.
Informe anual de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos 2008
Informe MINSAP, 2000.
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