martes, 25 de agosto de 2015

Derechos humanos de las mujeres. ECUADOR



XIMENA ANDREA SALCEDO 
ESPECIALIZACION EN PEDAGOGIA DE LOS DERECHOS HUMANOS 
 UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA DUITAMA


Resumen
Han transcurrido más de 67 años desde  la Declaración Universal  de Derechos Humanos,  y constantemente se escucha  la proclama de derechos y deberes para hombres y mujeres, pero vale la pena reafirmar que no siempre fue así, al remitirnos  a los orígenes de la discriminación de la mujer, dando una mirada  hacia atrás, en la historia ,la existencia de los más estrictos regímenes patriarcales con una ideología machista , donde la mujer era vista como un ser secundario, débil o inferior, por lo tanto y  como dice popularmente “Es importante conocer la historia para no repetir los mismos errores”. No obstante,  también es importante destacar los avances que se logrado para fortalecer la protección y promoción internacional de los derechos humanos de las mujeres.

Palabras claves
Declaración Derechos humanos, discriminación, régimen, protección, promoción.

Abstract

They have over 67 years since the Universal Declaration of Human Rights, and constantly proclaims rights and duties listening to men and women, but worth reaffirm that was not always so, to send us to the origins of discrimination of women, taking a look back in history, the existence of strict patriarchal regimes with a patriarchal ideology, where the woman was seen as a secondary, weak or inferior being, so as the saying goes "It's important to know the history to avoid repeating the same mistakes." However, it is also important to note the progress achieved to strengthen the international protection and promotion of human rights of women.d

Keywords
Declaration, human rights, discrimination regime, protection, promotion

Presentación

El presente ensayo  trata temas en relación con los Derechos Humanos de las  mujeres de Ecuador, su historia, sus luchas, de como un buen líder político hace aportes  que trascienden los tiempos, resaltar que las mujeres del ecuador han sido  pioneras en el reconocimientos de sus derechos y a pesar de ello  han tenido fracasos y derrotas. Me ha conmovido mucho que desde nuestros antepasados, viene una subcultura femenina de adaptación y subordinación, que refuerza el régimen del patriarcado, en el cual la función  de la mujer era netamente  la reproducción  que  justifica su existencia y otorga las razones para su sometimiento , surgiendo así el encierro doméstico en  el cual la mujer permanecía en el interior, en lo privado, mientras el hombre actuaba en lo exterior, lo público, dando  como resultado las categorías de superior-inferior  que se identificaban con lo  público y privado, político y doméstico. Por tal razón desde allí comienza la segregación de la mujer al  ser restringida en su acción al  exterior y por lo tanto queda excluida de la vida civil y política. El gran cambio que a partir de  1948, cuando el mundo aún no se recuperaba del estupor de la última Gran guerra, los países miembros de las Naciones Unidas emitieron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con la intención de generar en los Estados el compromiso de respetar los derechos de los ciudadanos y garantizar la paz mundial.


La discriminación de la mujer  y su origen
La historia no es muy alentadora, es y ha sido una dura batalla en relación con la  igualdad de derechos entre los hombres y las  mujeres, los principales argumentos para considerar que la mujer estaba incapacitada para ejercer los mismos derechos del hombre y del ciudadano se basaron principalmente en tres consideraciones:
• La naturaleza. Que confiere a la mujer la esencia biológica que la confina al hogar y la protección de la cría.
• La virtud. Que obliga a proteger a la mujer de los riesgos y vicios que encuentran su espacio en lo público y lo político,  la virtud de la mujer está condicionada a su sexualidad en función de un único varón, su dueño.
• La utilidad. Sabemos cuánto aporta económicamente a la sociedad, el hecho de que la mujer permanezca en el hogar ocupándose de lo doméstico, comida, ropa, aseo y se encargue del cuidado de la familia.

Las mujeres en la revolución alfarista 

  Eloy Alfaro Delgado.


“Nada hay más doloroso como la situación de la mujer en nuestra patria, donde, relegada a los oficios domésticos, es limitadísima la esfera de su actitud intelectual y más estrecho aun el círculo donde pueda ganarse el sustento independiente y honradamente. Abrirle nuevos horizontes, hacerla partícipe en las manifestaciones del trabajo compatible con su sexo, llamarla a colaborar en los concursos de las ciencias y de las artes: ampliarle en una palabra su acción, mejorando su porvenir es asunto que no debemos olvidar… Pero como no es posible quedarse en el principio, corresponde a la Asamblea de 1897 perfeccionar la protección iniciada dictando leyes que emancipen a la mujer ecuatoriana de ese estrechísimo círculo en que vive[1]
Sería muy largo enumerar las medidas de la Revolución Liberal que ayudaron a las mujeres a salir del secular encierro doméstico, a engrosar las aulas estudiantiles de la escuela primaria y secundaria, de las escuelas normales laicas y, finalmente, de las universitarias. La primera beneficiada con la Revolución Liberal fue la guayaquileña Aurelia Palmieri (1869-1937), pues Eloy Alfaro dictó un decreto supremo legalizando sus estudios de bachiller y autorizando su ingreso a la Facultad de Medicina (julio 4 de 1895).Una de las más destacadas personalidades formadas por las transformaciones que produjera la Revolución liberal fue Matilde Hidalgo, lojana de origen humilde, pionera de las mujeres en la educación secundaria, en los estudios de Medicina y en ejercer su profesión e incursionar en la política, llegando a ser la primera concejala y la primera diputada del país.
Entretanto, en Guayaquil se crearon organizaciones que perseguían reivindicaciones laborales para la mujer obrera. En 1918, María de Allieri y Clara
Potes de Freile crearon el Centro "Aurora" y produjeron una publicación pionera de los derechos de las mujeres: "La Mujer Ecuatoriana", que se declaró abiertamente feminista, respaldada por la Confederación de Obreros del Guayas.  En ella se proponían mejoras en las condiciones de trabajo de las mujeres pobres, la creación de empresas que contratasen mano de obra femenina, capacitación y derecho a la jubilación a los 15 años de trabajo. Muchos cambios se han producido en el planeta, en América Latina y en el Ecuador. Las mujeres continuamos  desarrollado una revolución silenciosa que avanza lentamente, destruyendo a su paso los múltiples prejuicios ancestrales, y las manifestaciones del machismo y del sistema patriarcal, cuestionando las infinitas discriminaciones a la mujer, reivindicando para sí el derecho a participar en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la sociedad y exigiendo su derecho a la palabra, a la escritura, a la ciencia, a la creación y a tomar decisiones en todos los asuntos que conciernen a la vida y bienestar de todos los seres humanos, sin distinciones ni exclusiones.[2]


La igualdad de la mujer Ecuatoriana

En 1979 se reinstauró la democracia en el Ecuador. Desde entonces la movilización de las mujeres no ha cejado en su propósito de lograr que sus derechos estén consagrados en la Constitución, las leyes y las políticas públicas. Muestra de ello es, entre otros hechos, los siguientes:
·         La lucha a inicios de los 90, que obligó al Estado a asumir responsabilidad concreta frente al problema de la violencia intrafamiliar y de género. En 1994 se inauguran las Comisarías de la Mujer, en 1995 se emite la Ley 103 por medio de la cual el sistema judicial asume como delito este tipo de violencia.
·         La promulgación de la Ley de Maternidad Gratuita y Atención a la Infancia en 1994. Esta norma constituyó la única resistencia sanitaria en Ecuador en tiempos neoliberales, lo que produjo un aumento de las coberturas públicas en salud sexual y reproductiva, e instaló veedurías ciudadanas.
·         La lucha que culminó en 1997 con el Consejo Nacional de las Mujeres - CONAMU, máximo nivel de la institucionalidad de género en la estructura estatal, con participación de organizaciones de mujeres en su directorio.
·         La lucha por la aprobación de la Constitución de 1998 con un contenido explícito de promoción de la igualdad de género y de los derechos humanos de las mujeres.
·         En 1952, se aprobó la Convención sobre los derechos políticos de la mujer, exclusivamente a este tipo de derechos. La Organización Internacional del Trabajo, adoptó en 1953, el Convenio relacionado a la igualdad de remuneraciones y el Convenio sobre la discriminación en materia de empleo y ocupación.


Perspectiva de género

La discriminación hacia las mujeres ha sido parte de la historia de la humanidad y utilizar la perspectiva de género, permite entender por qué la doctrina de los derechos humanos en constante evolución y desarrollo ha contemplado ampliaciones conceptuales y reconocimientos explícitos de los derechos de las mujeres. Es por ello que la declaración y el plan de acción de la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), señala expresamente que “los derechos humanos de la mujer y la niña, son parte inalienable e indivisible de los derechos humanos universales”. La principal preocupación ha sido como combatir la situación de discriminación, desigualdad y prejuicios acumulado contra ella. La elaboración de normas de protección internacional de la mujer se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Vale la pena decir  que la discriminación hacia las mujeres no es “natural”, puede cambiarse[3]
Desde que se empezó a publicar el Índice sobre la disparidad entre géneros en 2006, Ecuador ha sido uno de los países analizados. En ese año, ocupó el puesto 82 entre 114 países, tomando en cuenta que la nación mejor ubicada fue Suecia, que estuvo en el puesto número uno. En 2011, Ecuador está en el puesto 45, cinco más abajo que en 2010, y 22 más abajo que en 2009.
¿Qué pasó? Una de las razones por las cuales Ecuador descendió en el ranquin, fue la reducción del número de mujeres que participan en la política ecuatoriana, ya sea por elección popular o por nombramiento directo. Y, a su vez, otros países como Argentina, por ejemplo, han mejorado su lugar en el ranquin por tener una mujer presidiendo el gobierno nacional.
Otro factor que afecta la calificación de Ecuador, es que todavía es un país marcado por una amplía desigualdad en los ingresos. En 2011, se registró que el promedio de ingresos de una mujer ecuatoriana fue de 5.275 dólares, mientras que los de un hombre llegaron al 11.249, lo que significa más del doble. Estas cifras evidencian un gran pendiente que tienen que resolver el Estado y la sociedad ecuatoriana, pues se debe partir de un principio constitucional de  “igual trabajo, igual remuneración”. A estas diferencias se puede sumar otra: las mujeres  ocupan la mayoría de puestos como profesoras de escuela y secundaria con el 63%, en cambio, en lo que tiene que ver con educación universitaria, apenas un 31% son mujeres[4].

Jurisprudencia de la mujer Ecuatoriana
Un cambio sustancial en este aspecto se logra el 19 de diciembre de 1895 (año de la revolución liberal), con la expedición del Decreto Supremo N. º 68 que declaraba a las mujeres jurídicamente habilitadas para el ejercicio de cargos públicos; así también, con la expedición de la legislación civil que disminuyó la situación de sujeción y dependencia de la mujer al hombre. Es más, bajo el amparo de la Constitución de 1906, la primera mujer ecuatoriana, Matilde Hidalgo de Prócel, sufragó en 1924, abriendo un amplio debate en la sociedad ecuatoriana, en la que el movimiento feminista luchó con razones inteligentes y progresistas, hasta que, en 1929, el voto femenino fue ratificado constitucionalmente por el gobierno de Isidro Ayora,el artículo 13 reconoce de manera expresa la ciudadanía de la mujer, con lo cual se reconoce su derecho a sufragar y ser elegida: “Es ciudadano todo ecuatoriano, hombre o mujer, mayor de veintiún años, que sepa leer y escribir”
De estas medidas, una principal consistió en la asignación de cuotas para la conformación de la dirigencia de los partidos, las listas de candidatos, las instancias de decisión y dirección en el ámbito público y de la administración de justicia. Estas disposiciones constan en el artículo 102 de la Constitución de 1998. El Estado promoverá y garantizará la participación equitativa de mujeres y hombres como candidatos en los procesos de elección popular, en las instancias de dirección y decisión en el ámbito público, en la administración de justicia, en los organismos de control y en los partidos políticos.

Participación política

El Ecuador es un país que ha avanzado mucho a nivel legislativo, a partir del año 2000 cuenta con la denominada Ley de Cuotas, según la cual los partidos políticos están obligados a organizar sus listas de candidaturas pluripersonales en forma alternada y secuencial, con un porcentaje mínimo de mujeres del 35%, el cual debe ir aumentando en cada proceso electoral general hasta llegar al 50%.En cumplimiento de la Ley de Cuotas, los partidos políticos se han visto obligados legalmente al cumplimiento de la paridad entre hombres y mujeres a la hora de conformar sus listas de candidaturas pluripersonales. Así, en las elecciones para asambleístas realizadas en el año 2007, el 48% de las candidaturas presentadas eran mujeres y de entre los y las asambleístas elegidos, el 31,4% fueron mujeres. Sin embargo, a pesar de que lideresas y organizaciones de mujeres trabajan para asegurar los derechos humanos de las mujeres, su presencia en puestos de toma de decisión política a nivel regional y local sigue siendo aún baja, en las últimas elecciones de 2009, del total de alcaldes municipales y prefectos elegidos, el 6% y el 9% respectivamente fueron mujeres.[5]

Conclusiones

Es indudable que desde 1929 la normativa electoral ecuatoriana ha sido progresivo en el sentido no sólo de reconocer la igualdad formal entre hombres y mujeres en todos los ámbitos públicos y privados de la sociedad, sin embargo, hemos de coincidir con la socióloga ecuatoriana Silvia Vega Ugalde, quien señala que aun cuando existan avances en el proceso de participación social y política de las mujeres ecuatorianas, se evidencian sus límites y obstáculos al constatarse que son todavía pequeñas las cuotas efectivas de poder reservadas a las mujeres en los espacios públicos, pues los estereotipos culturales que asignan a la mujer el rol doméstico de madre y esposa están todavía  arraigados en la familia, en la iglesia, en las escuelas y colegios, en el mundo laboral, académico y político.
Se plantea la necesidad de diferenciar dos ámbitos de propuestas en el tema de  participación política de las mujeres: uno que atañe al sujeto social mujer y otro referido a las instituciones políticas de la sociedad, aunque evidentemente ambos se condicionan mutuamente, para afirmar que sólo una mayor presión social de las mujeres puede lograr cambios sustanciales a nivel político a favor de su igualdad, sobre la base del fortalecimiento de la conciencia de género y de organización de los distintos sectores de mujeres: sindical, barrial etc

Al finalizar la primera década del siglo XXI, las mujeres ecuatorianas han logrado avanzar, con paso firme, en la construcción de las condiciones necesarias para lograr la equidad y el ejercicio pleno de sus derechos, ahora incluidos en la Constitución Política de la República.

Aunque en el Ecuador, son muchos los avances en materia de derechos humanos de las mujeres, principalmente en el marco jurídico nacional quedan importantes retos que invitan a un mayor esfuerzo del Estado y la sociedad en su conjunto, principalmente en lo que se refiere a pobreza y violencia contra la mujer

Los avances en el Ecuador son palpables, pero todavía hay mucho trabajo pendiente, pues como bien señala el Informe “los países y las empresas prosperan si las mujeres acceden a la educción y si se convierten en pilares fundamentales de la economía, además, su liderazgo en diversas áreas facilitará el encontrar soluciones innovadoras para hacer frente a la actual crisis económica y para construir un crecimiento equitativo y sostenible”[6].

BIBLIOGRAFIA

·         Archivo del Poder Legislativo.  Mensaje del presidente de la República a las Asamblea Constituyente, 2 de junio de 1897.
·         Jenny Londoño López es Maestra en Ciencias Sociales con especialización en Género y Desarrollo por la Facultad  Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, y Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Central del Ecuador, UCE. Ha sido activista del Movimiento de Mujeres.
·         Los derechos humanos de las mujeres: Fortaleciendo su promoción y protección internacional De la formación a la acción. REIMPRESIÓN: Agosto  2004 Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Reservados todos los derechos.}
·         Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011, Foro Económico Mundial.
·         Los derechos humanos de las mujeres en el Ecuador, Moni Pizani .Sistema de Naciones Unidas.
·         UNIVERSI DAD AN DI NA SI MÓN BO LÍ VAR, SE DE ECUA DOR PROGRAMA ANDINO DE DERECHOS HUMANOS, PADH N22-80
·         Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011, Foro Económico Mundial





[1]  Archivo del Poder Legislativo.  Mensaje del presidente de la República a las Asamblea Constituyente, 2 de junio de 1897.
[2]Artículo publicado en el Diario El comercio. Fascículo, Enero 15 de 2012..
[3] Los derechos humanos de las mujeres: Fortaleciendo su promoción y protección internacional De la formación a la acción. REIMPRESIÓN: Agosto  2004 Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Reservados todos los derechos

[4] Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011, Foro Económico Mundial

[5]  Los derechos humanos de las mujeres en el Ecuador, Moni Pizani .Sistema de Naciones Unidas.
UNIVERSI DAD AN DI NA SI MÓN BO LÍ VAR, SE DE ECUA DOR PROGRAMA ANDINO DE DERECHOS HUMANOS, PADH N22-80
[6] Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011, Foro Económico Mundial

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