XIMENA ANDREA SALCEDO
ESPECIALIZACION EN PEDAGOGIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA
DUITAMA
Resumen
Han transcurrido más de 67 años desde la Declaración Universal de Derechos Humanos, y constantemente se escucha la proclama de derechos y deberes para hombres y mujeres, pero vale
la pena reafirmar que no siempre fue así, al remitirnos a los orígenes de la discriminación de la mujer,
dando una mirada hacia atrás, en la
historia ,la existencia de los más estrictos regímenes patriarcales con una
ideología machista , donde la mujer era vista como un ser secundario, débil o
inferior, por lo tanto y como dice
popularmente “Es importante conocer la historia para no repetir los mismos
errores”. No obstante, también es
importante destacar los avances que se logrado para fortalecer la protección y
promoción internacional de los derechos humanos de las mujeres.
Palabras claves:
Declaración Derechos humanos, discriminación, régimen, protección, promoción.
Declaración Derechos humanos, discriminación, régimen, protección, promoción.
Abstract
They
have over 67 years since the Universal Declaration of Human Rights, and
constantly proclaims rights and duties listening to men and women, but worth
reaffirm that was not always so, to send us to the origins of discrimination of
women, taking a look back in history, the existence of strict patriarchal
regimes with a patriarchal ideology, where the woman was seen as a secondary,
weak or inferior being, so as the saying goes "It's important to know the
history to avoid repeating the same mistakes." However, it is also
important to note the progress achieved to strengthen the international
protection and promotion of human rights of women.d
Keywords:
Declaration, human rights, discrimination regime, protection, promotion
Declaration, human rights, discrimination regime, protection, promotion
Presentación
El presente ensayo trata temas en relación con los Derechos
Humanos de las mujeres de Ecuador, su
historia, sus luchas, de como un buen líder político hace aportes que trascienden los tiempos, resaltar que las
mujeres del ecuador han sido pioneras en
el reconocimientos de sus derechos y a pesar de ello han tenido fracasos y derrotas. Me ha
conmovido mucho que desde nuestros antepasados, viene una subcultura femenina
de adaptación y subordinación, que refuerza el régimen del patriarcado, en el
cual la función de la mujer era netamente la reproducción que justifica
su existencia y otorga las razones para su sometimiento , surgiendo así el
encierro doméstico en el cual la mujer
permanecía en el interior, en lo privado, mientras el hombre actuaba en lo
exterior, lo público, dando como
resultado las categorías de superior-inferior
que se identificaban con lo
público y privado, político y doméstico. Por tal razón desde allí
comienza la segregación de la mujer al
ser restringida en su acción al
exterior y por lo tanto queda excluida de la vida civil y política. El
gran cambio que a partir de 1948, cuando
el mundo aún no se recuperaba del estupor de la última Gran guerra,
los países miembros de las Naciones Unidas emitieron la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, con la intención de generar en los Estados el
compromiso de respetar los derechos de los ciudadanos y garantizar la paz
mundial.
La discriminación
de la mujer y su origen
La historia no es muy
alentadora, es y ha sido una dura batalla en relación con la igualdad de derechos entre los hombres y
las mujeres, los principales argumentos
para considerar que la mujer estaba incapacitada para ejercer los mismos
derechos del hombre y del ciudadano se basaron principalmente en tres
consideraciones:
• La naturaleza. Que
confiere a la mujer la esencia biológica que la confina al hogar y la
protección de la cría.
• La virtud. Que obliga a
proteger a la mujer de los riesgos y vicios que encuentran su espacio en lo
público y lo político, la virtud de la
mujer está condicionada a su sexualidad en función de un único varón, su dueño.
• La utilidad. Sabemos
cuánto aporta económicamente a la sociedad, el hecho de que la mujer permanezca
en el hogar ocupándose de lo doméstico, comida, ropa, aseo y se encargue del
cuidado de la familia.
Las mujeres en la revolución alfarista
Eloy Alfaro Delgado.
“Nada hay más
doloroso como la situación de la mujer en nuestra patria, donde, relegada a los
oficios domésticos, es limitadísima la esfera de su actitud intelectual y más estrecho
aun el círculo donde pueda ganarse el sustento independiente y honradamente.
Abrirle nuevos horizontes, hacerla partícipe en las manifestaciones del trabajo
compatible con su sexo, llamarla a colaborar en los concursos de las ciencias y
de las artes: ampliarle en una palabra su acción, mejorando su porvenir es
asunto que no debemos olvidar… Pero como no es posible quedarse en el
principio, corresponde a la Asamblea de 1897 perfeccionar la protección
iniciada dictando leyes que emancipen a la mujer ecuatoriana de ese
estrechísimo círculo en que vive”[1]
Sería muy
largo enumerar las medidas de la Revolución Liberal que ayudaron a las mujeres a
salir del secular encierro doméstico, a engrosar las aulas estudiantiles de la
escuela primaria y secundaria, de las escuelas normales laicas y, finalmente,
de las universitarias. La primera beneficiada con la Revolución Liberal
fue la
guayaquileña Aurelia Palmieri (1869-1937), pues Eloy Alfaro
dictó un decreto supremo legalizando sus estudios de bachiller y autorizando su
ingreso a la Facultad de Medicina (julio 4 de 1895).Una de las más destacadas
personalidades formadas por las transformaciones que produjera la Revolución
liberal fue Matilde Hidalgo, lojana de origen humilde, pionera de las mujeres
en la educación secundaria, en los estudios de Medicina y en ejercer su
profesión e incursionar en la política, llegando a ser la primera concejala y
la primera diputada del país.
Entretanto, en Guayaquil se crearon organizaciones
que perseguían reivindicaciones laborales para la mujer obrera. En 1918, María
de Allieri y Clara
Potes de Freile crearon el Centro
"Aurora" y produjeron una publicación pionera de los derechos de las
mujeres: "La
Mujer Ecuatoriana", que se declaró abiertamente
feminista, respaldada por la Confederación de Obreros del Guayas. En ella
se proponían mejoras en las condiciones de trabajo de las mujeres pobres, la
creación de empresas que contratasen mano de obra femenina, capacitación y
derecho a la jubilación a los 15 años de trabajo. Muchos cambios se han
producido en el planeta, en América Latina y en el Ecuador. Las mujeres
continuamos desarrollado una revolución
silenciosa que avanza lentamente, destruyendo a su paso los múltiples
prejuicios ancestrales, y las manifestaciones del machismo y del sistema
patriarcal, cuestionando las infinitas discriminaciones a la mujer,
reivindicando para sí el derecho a participar en igualdad de condiciones en
todos los ámbitos de la sociedad y exigiendo su derecho a la palabra, a la
escritura, a la ciencia, a la creación y a tomar decisiones en todos los
asuntos que conciernen a la vida y bienestar de todos los seres humanos, sin
distinciones ni exclusiones.[2]
La igualdad de la
mujer Ecuatoriana
En 1979 se
reinstauró la democracia en el Ecuador. Desde entonces la movilización de las
mujeres no ha cejado en su propósito de lograr que sus derechos estén
consagrados en la Constitución, las leyes y las políticas públicas. Muestra de
ello es, entre otros hechos, los siguientes:
·
La lucha a inicios
de los 90, que obligó al Estado a asumir responsabilidad concreta frente al
problema de la violencia intrafamiliar y de género. En 1994 se inauguran las
Comisarías de la Mujer, en 1995 se emite la Ley 103 por medio de la cual el
sistema judicial asume como delito este tipo de violencia.
·
La promulgación de
la Ley de Maternidad Gratuita y Atención a la Infancia en 1994. Esta norma
constituyó la única resistencia sanitaria en Ecuador en tiempos neoliberales,
lo que produjo un aumento de las coberturas públicas en salud sexual y
reproductiva, e instaló veedurías ciudadanas.
·
La lucha que
culminó en 1997 con el Consejo Nacional de las Mujeres - CONAMU, máximo nivel
de la institucionalidad de género en la estructura estatal, con participación
de organizaciones de mujeres en su directorio.
·
La lucha por la
aprobación de la Constitución de 1998 con un contenido explícito de promoción
de la igualdad de género y de los derechos humanos de las mujeres.
·
En 1952, se aprobó la
Convención sobre los derechos políticos de la mujer, exclusivamente a este tipo
de derechos. La
Organización Internacional del Trabajo, adoptó en 1953, el
Convenio relacionado a la igualdad de remuneraciones y el Convenio sobre la discriminación
en materia de empleo y ocupación.
Perspectiva de género
La discriminación hacia las mujeres ha sido
parte de la historia de la humanidad y utilizar la perspectiva de género,
permite entender por qué la doctrina de los derechos humanos en constante
evolución y desarrollo ha contemplado ampliaciones conceptuales y
reconocimientos explícitos de los derechos de las mujeres. Es por ello que la
declaración y el plan de acción de la Conferencia Mundial
sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), señala expresamente que “los derechos
humanos de la mujer y la niña, son parte inalienable e indivisible de los
derechos humanos universales”. La principal preocupación ha sido como combatir
la situación de discriminación, desigualdad y prejuicios acumulado contra ella.
La elaboración de normas de protección internacional de la mujer se fundamenta
en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Vale la pena
decir que la discriminación hacia las
mujeres no es “natural”, puede cambiarse[3]
Desde que se empezó a publicar el Índice
sobre la disparidad entre géneros en 2006, Ecuador ha sido uno de los países
analizados. En ese año, ocupó el puesto 82 entre 114 países, tomando en cuenta
que la nación mejor ubicada fue Suecia, que estuvo en el puesto número uno. En
2011, Ecuador está en el puesto 45, cinco más abajo que en 2010, y 22 más abajo
que en 2009.
¿Qué pasó? Una de las razones por las
cuales Ecuador descendió en el ranquin, fue la reducción del número de mujeres
que participan en la política ecuatoriana, ya sea por elección popular o por
nombramiento directo. Y, a su vez, otros países como Argentina, por ejemplo,
han mejorado su lugar en el ranquin por tener una mujer presidiendo el gobierno
nacional.
Otro factor que afecta la calificación de
Ecuador, es que todavía es un país marcado por una amplía desigualdad en los
ingresos. En 2011, se registró que el promedio de ingresos de una mujer
ecuatoriana fue de 5.275 dólares, mientras que los de un hombre llegaron al
11.249, lo que significa más del doble. Estas cifras evidencian un gran
pendiente que tienen que resolver el Estado y la sociedad ecuatoriana, pues se
debe partir de un principio constitucional de
“igual trabajo, igual remuneración”. A estas diferencias se puede sumar
otra: las mujeres ocupan la mayoría de
puestos como profesoras de escuela y secundaria con el 63%, en cambio, en lo
que tiene que ver con educación universitaria, apenas un 31% son mujeres[4].
Jurisprudencia de la mujer Ecuatoriana
Un cambio sustancial en este aspecto se
logra el 19 de diciembre de 1895 (año de la revolución liberal), con la
expedición del Decreto Supremo N. º 68 que declaraba a las mujeres
jurídicamente habilitadas para el ejercicio de cargos públicos; así también,
con la expedición de la legislación civil que disminuyó la situación de
sujeción y dependencia de la mujer al hombre. Es más, bajo el amparo de la
Constitución de 1906, la primera mujer ecuatoriana, Matilde Hidalgo de Prócel,
sufragó en 1924, abriendo un amplio
debate en la sociedad ecuatoriana, en la que el movimiento feminista luchó con
razones inteligentes y progresistas, hasta que, en 1929, el voto femenino fue
ratificado constitucionalmente por el gobierno de Isidro Ayora,el
artículo 13 reconoce de manera expresa la ciudadanía de la mujer, con lo cual
se reconoce su derecho a sufragar y ser elegida: “Es ciudadano todo
ecuatoriano, hombre o mujer, mayor de veintiún años, que sepa leer y escribir”
De estas medidas, una principal consistió
en la asignación de cuotas para la conformación de la dirigencia de los
partidos, las listas de candidatos, las instancias de decisión y dirección en
el ámbito público y de la administración de justicia. Estas disposiciones
constan en el artículo 102 de la Constitución de 1998. El Estado promoverá y
garantizará la participación equitativa de mujeres y hombres como candidatos en
los procesos de elección popular, en las instancias de dirección y decisión en
el ámbito público, en la administración de justicia, en los organismos de
control y en los partidos políticos.
Participación
política
El Ecuador es un país que ha
avanzado mucho a nivel legislativo, a partir del año 2000 cuenta con la denominada Ley de
Cuotas, según la cual los partidos políticos están obligados a organizar sus
listas de candidaturas pluripersonales en forma alternada y secuencial, con un
porcentaje mínimo de mujeres del 35%, el cual debe ir aumentando en cada
proceso electoral general hasta llegar al 50%.En cumplimiento de la Ley de
Cuotas, los partidos políticos se han visto obligados legalmente al
cumplimiento de la paridad entre hombres y mujeres a la hora de conformar sus
listas de candidaturas pluripersonales. Así, en las elecciones para
asambleístas realizadas en el año 2007, el 48% de las candidaturas presentadas
eran mujeres y de entre los y las asambleístas elegidos, el 31,4% fueron
mujeres. Sin embargo, a pesar de que lideresas y organizaciones de mujeres
trabajan para asegurar los derechos humanos de las mujeres, su presencia en
puestos de toma de decisión política a nivel regional y local sigue siendo aún
baja, en las últimas elecciones de 2009, del total de alcaldes municipales y
prefectos elegidos, el 6% y el 9% respectivamente fueron mujeres.[5]
Conclusiones
Es indudable que desde 1929 la normativa electoral
ecuatoriana ha sido progresivo en el sentido no sólo de reconocer la igualdad
formal entre hombres y mujeres en todos los ámbitos públicos y privados de la
sociedad, sin embargo, hemos de coincidir con la socióloga ecuatoriana Silvia
Vega Ugalde, quien señala que aun cuando existan avances en el proceso de
participación social y política de las mujeres ecuatorianas, se evidencian sus
límites y obstáculos al constatarse que son todavía pequeñas las cuotas
efectivas de poder reservadas a las mujeres en los espacios públicos, pues los
estereotipos culturales que asignan a la mujer el rol doméstico de madre y
esposa están todavía arraigados en la
familia, en la iglesia, en las escuelas y colegios, en el mundo laboral,
académico y político.
Se plantea la necesidad de diferenciar dos
ámbitos de propuestas en el tema de participación política de las mujeres: uno que
atañe al sujeto social mujer y otro referido a las instituciones políticas de
la sociedad, aunque evidentemente ambos se condicionan mutuamente, para afirmar
que sólo una mayor presión social de las mujeres puede lograr cambios
sustanciales a nivel político a favor de su igualdad, sobre la base del
fortalecimiento de la conciencia de género y de organización de los distintos
sectores de mujeres: sindical, barrial etc
Al finalizar la primera década
del siglo XXI, las mujeres ecuatorianas han logrado avanzar, con paso firme, en
la construcción de las condiciones necesarias para lograr la equidad y el
ejercicio pleno de sus derechos, ahora incluidos en la Constitución Política
de la República.
Aunque en el Ecuador, son muchos
los avances en materia de derechos humanos de las mujeres, principalmente en el
marco jurídico nacional quedan importantes retos que invitan a un mayor esfuerzo
del Estado y la sociedad en su conjunto, principalmente en lo que se refiere a
pobreza y violencia contra la mujer
Los avances en el Ecuador son palpables,
pero todavía hay mucho trabajo pendiente, pues como bien señala el Informe “los
países y las empresas prosperan si las mujeres acceden a la educción y si se
convierten en pilares fundamentales de la economía, además, su liderazgo en
diversas áreas facilitará el encontrar soluciones innovadoras para hacer frente
a la actual crisis económica y para construir un crecimiento equitativo y
sostenible”[6].
BIBLIOGRAFIA
·
Archivo del Poder
Legislativo. Mensaje del presidente de la República a las Asamblea
Constituyente, 2 de junio de 1897.
·
Jenny
Londoño López es Maestra en Ciencias Sociales con especialización en Género y
Desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO,
y Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Central
del Ecuador, UCE. Ha sido activista del Movimiento de Mujeres.
·
Los derechos humanos de las mujeres: Fortaleciendo
su promoción y protección internacional De la formación a la acción. REIMPRESIÓN:
Agosto 2004 Instituto Interamericano de
Derechos Humanos. Reservados todos los derechos.}
·
Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011,
Foro Económico Mundial.
·
Los derechos humanos de las mujeres en el
Ecuador, Moni
Pizani .Sistema de Naciones Unidas.
·
UNIVERSI DAD AN DI NA SI MÓN BO LÍ VAR, SE DE ECUA DOR PROGRAMA ANDINO
DE DERECHOS HUMANOS, PADH N22-80
·
Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011,
Foro Económico Mundial
[1] Archivo del
Poder Legislativo. Mensaje del presidente de la República a las Asamblea
Constituyente, 2 de junio de 1897.
[2]Artículo
publicado en el Diario El comercio. Fascículo, Enero 15 de 2012..
[3] Los derechos humanos de las mujeres: Fortaleciendo su promoción y
protección internacional De la formación a la acción. REIMPRESIÓN:
Agosto 2004 Instituto Interamericano de
Derechos Humanos. Reservados todos los derechos
[4] Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011,
Foro Económico Mundial
[5] Los
derechos humanos de las mujeres en el Ecuador, Moni Pizani .Sistema de
Naciones Unidas.
UNIVERSI
DAD AN DI NA SI MÓN BO LÍ VAR, SE DE ECUA DOR PROGRAMA ANDINO DE DERECHOS
HUMANOS, PADH N22-80
[6] Fuente: Informe de Disparidad entre Géneros 2011,
Foro Económico Mundial
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